About us
Soy una boricua en Holanda, y a veces siento que camino con un pedazo del alma roto. Hay días en que el frío cala más hondo, no por el clima, sino por la distancia. La distancia de mi isla, de mi gente, del sonido del mar y de ese sol que no solo calentaba la piel, sino también el corazón.
Vivo entre calles silenciosas, bajo un cielo que rara vez se despeja, mientras dentro de mí todavía suena el canto del coquí, los aplausos de una parranda, el murmullo de mi abuela rezando en voz baja. Todo eso vive en mí, aunque aquí nadie lo escuche.
Cuando escucho DTMF de Bad Bunny, me tiemblan los recuerdos. No es solo música, es un pedazo de casa, una herida abierta que canta lo que a veces no sé decir. Sus letras me recuerdan lo que dejé atrás, lo que no vuelve, y lo que sigue latiendo aunque esté lejos.
Ser boricua fuera de Puerto Rico es aprender a vivir con nostalgia. Es una mezcla de orgullo y de tristeza constante. Es mirar el horizonte y sentir que el mar todavía me llama, aunque no lo vea. Llevo mi isla en la voz, en los gestos, en la forma en que extraño. Y aunque la distancia duela, sé que cada recuerdo, cada nota, cada palabra en español, es una manera de volver.
Esta tienda es para ustedes... los que, como yo, viven lejos de la isla pero la siguen sintiendo en el pecho cada día. Para los que despiertan con nostalgia y duermen soñando con el olor del café boricua, con la brisa del mar y con las voces que quedaron al otro lado del océano.
Un abrazo,
Patricia